Muchas personas me han dicho que tal vez nunca me he enamorado de un hombre, puede que sea así, es algo que aún desconozco, pero de lo que estoy segura es que soy una eterna enamorada de la vida.
Mientras más pruebas me coloca el destino, más ganas me dan de seguir viviendo, de seguir demostrando que no me ganará y de sentir que cada día menos cosas pueden efectarme. Hay días que por el solo hecho de despertar, soy feliz, puede que me salga todo mal, pero yo respondo con una sonrisa, una sonrisa sincera, que demuestra mi felicidad.
No niego que aveces me la ganan ciertas situaciones, por lo mismo prefiero aislarme del mundo, superar la situación y luego seguir siendo la misma de siempre.
Es increíble que cuando analizo mi pasado, me doy cuenta, que todo lo sucedido ha sido para mí bien, incluso esas grandes caídas me han dejado una valiosa lección. No importa cuantas veces nos caemos, sino cuantas nos levantamos.
No solo hay que vivir la vida, hay que saber vivirla. Viviendo de una manera positiva, todo resulta más agradable para uno y para el resto. Aunque nos cueste, lo mejor es sonreír, estando así, muy pronto olvidamos los problemas. Si uno se deprime por cada cosa que nos sale mal, no tendríamos tiempo para ser feliz, la vida está llena de hermosos detalles, pero hay que saber disfrutarlos.
